
05 Jun ¿Qué es el yoga nidra?
Cada vez más conocido y necesario, en un mundo tan acelerado el yoga nidra puede ser un oasis de paz en medio de tu día. ¿Quieres saber de qué se trata y cómo se practica?
El yoga nidra es un tipo de relajación profunda y meditación.
Su creador, Swami Satyananda Saraswati, adoptó una técnica tántrica llamada «nyasa» con el fin de hacerla más sencilla manteniendo sus beneficios.
Nidra significa «sueño» en sánscrito; al yoga nidra se le conoce como sueño psíquico ya que el proceso es similar al de irnos a dormir, solo que, esta vez, somos conscientes:nos mantendremos en un limbo entre el sueño y la vigilia.
Se trata de una meditación sistemática, es decir, sigue un esquema que hay que respetar para que la práctica tenga éxito.
¿Cómo se practica?
Aunque en occidente solemos asociar la palabra yoga a la práctica de diferentes posturas o asanas, durante el yoga nidra solo realizaras una: savasana, la postura del cadáver; en otras palabras: permaneceremos tumbados.
Simplemente necesitamos una habitación tranquila, sin muchos ruidos, asegurarnos de que nadie nos vaya a molestar y una esterilla para poder realizar una sesión de yoga nidra.
¡Ah, al tratarse de una meditación sistemática, si no tienes mucha experiencia también necesitarás un guía! Si no conoces a nadie capaz de facilitarte una sesión, no te preocupes, en internet tienes un montón de prácticas grabadas.
¿Qué ocurre durante una sesión?
Te vas a relajar, y mucho. De hecho, el proceso es muy parecido a cuando te vas a dormir. Simplemente ahora tienes que seguir las instrucciones del guía, que te irá llevando de una fase a otra. El único esfuerzo que debes hacer es el de no dormirte, ya que no disfrutarías de todos los beneficios de la sesión.
Nuestro cerebro funciona por impulsos eléctricos, que podemos traducir en forma de ondas. Cuando estamos despiertos, las ondas predominantes se llaman beta. Al relajarnos, pasamos a las ondas alfa. En ese momento en el que estamos apunto de dormirnos, en el que incluso empezamos a tener ensoñaciones, las ondas que predominan son las zeta. Cuando caemos en el sueño profundo, aparecen las delta.
Durante una sesión de yoga nidra, nos mantendremos entre las longitudes de onda alfa y zeta predominantes durante toda la sesión (normalmente entre 45-60 minutos). Es decir, estaremos muy relajados con una puerta abierta a nuestro inconsciente, y, además, seremos conscientes de todo lo que ocurre. Esto se traduce en múltiples beneficios, ya que, en este estado de calma, en nuestro cuerpo suceden cosas maravillosas.
Partes de una sesión de yoga nidra.
Preparación:
Aquí comienza la magia, solo tendrás que tumbarte a oscuras, en savasana, asegurarte de que estás cómodo, de que nada te molesta… cerrar los ojos y escuchar.
Relajación:
Siguiendo las instrucciones del guía, vas relajando tanto el cuerpo como la mente. Una forma muy habitual en yoga nidra es el Antar mouna. Fijarte en las señales sensoriales que te rodean, pero sin apegarte a ellas.
Sankalpa:
¡Es una de las partes más importantes!
Es como pedir un deseo. Es una buena idea tenerlo pensado de antemano, algo que quieras conseguir. Muy importante formularlo en tiempo verbal presente y en afirmativo, por ejemplo: «todo lo que emprendo es un éxito», «vivo en calma», «amo mi cuerpo».
El sankalpa es una semilla que plantas en tu subconsciente y que, si sigues regando (es decir, practicando yoga nidra) se hará realidad. Normalmente se sugiere que elijas uno y no lo cambies hasta que se cumpla. Yo lo que hago es revisarlos cada tres semanas, para notar la evolución. Si considero que ya es suficiente y necesito uno nuevo, ¡lo cambio!
Rotación de la conciencia
Una de mis partes favoritas, el estado de relajación al que te lleva es muy placentero. Aquí utilizamos la mente para relajar el cuerpo. El guía nombrará diferentes partes de tu anatomía, tienes que repetir el nombre en tu mente o, quizás, imaginar que se ilumina. No hace falta concentrarse mucho, de hecho, el cambio de una posición a otra será muy rápido.
Se basa en el estímulo del homúnculo sensorial: el mapa en el que las distintas partes del cuerpo están representadas en tu cerebro. En aquellos lugares donde hay más receptores sensoriales, se profundizará un poco más.
Al llevar la atención por todo el cuerpo, también estaremos moviendo el prana. ¡El beneficio es doble!
Conciencia en la respiración:
La conciencia en la respiración es una de las bases de cualquier tipo de relajación y meditación, te ancla en el presente, te conecta con el cuerpo mientras lo oxigena. Durante el yoga nidra no hace falta que fuerces tu respiración, o que intentes alargarla. Simplemente tienes que observarla.
Eso sí, se te va a pedir que las cuentes ¡hacia atrás! Comenzando por el número 11, 27, 54 o 108. En este momento estarás tan metido en la sesión que esto es más difícil de lo que parece. El fin de la cuenta atrás es evitar que la mente divague y, además, que no te duermas, pues es en este momento en el que es más fácil sucumbir al sueño. Si te mantienes consciente … ¡felicidades! Has alcanzado el estado de nidra.
Conciencia en los opuestos:
Uno de los momentos más fascinantes del yoga nidra. El guía te pedirá que despiertes, a todos los niveles posibles, varias sensaciones.
En este momento se armonizan los hemisferios cerebrales y, además, se despiertan en el cerebro patrones que no suelen ir unidos, como la calma y el dolor, por ejemplo. Después de unas cuantas veces, el cerebro ha aprendido a sentir dolor y calma a la vez, cosa que no ocurre de manera espontánea.
Durante la conciencia en los opuestos puede que liberes memorias inconscientes, pero tranquilo, en este momento estarás tan calmado que podrás observar todo desde una posición de testigo, sin dejarte arrollar por las emociones.
Chidakasha:
Una de mis partes favoritas. Se llama chidakasha al espacio psíquico de la consciencia. En esta fase, es justo lo que aparece frente a ti cuando cierras los ojos: esa pantalla negra infinita. Simplemente tienes que observar, sin implicarte. Puede que no “veas” nada, o puede que visualices patrones, formas, imágenes o colores y luces: son manifestaciones de tu inconsciente. Sea lo que sea, es perfecto.
Visualización:
La parte más creativa para el guía. Te invitará que imagines diferentes imágenes, o quizás se trate de una pequeña narrativa. En ella habrá símbolos que, de nuevo, pueden despertar patrones mentales, recuerdos, emociones… una vez desvelados, es cuando se pueden sanar.
Chidakasha:
¡Sí! ¡Otra vez chidakasha! Pero ahora, después de la visualización, hemos removido un poco el inconsciente, así que, puede que la experiencia sea diferente a la vez anterior.
Sankalpa:
De nuevo, repetirás tres veces tu intención, exactamente con las mismas palabras con las que la formulaste al comienzo de la práctica.
Vuelta a la normalidad.
Poco a poco, volverás a lo exterior: a las sensaciones en tu cuerpo, para volver a un estado totalmente despierto. Seguramente te encontrarás relajado y descansado. ¿Sabías que una hora de yoga nidra equivale a cuatro horas de sueño?
Beneficios del yoga nidra.
Mantenernos durante una hora, aproximadamente, entre ondas zeta y ondas alfa tiene muchísimos beneficios:
- La actividad cerebral cesa, ¡por fin nos libramos de nuestro parloteo mental!
- Conectamos con nuestra creatividad.
- Mejora el aprendizaje y la memoria a largo plazo.
- Aumenta los niveles de serotonina y disminuyen la noradrenalina y el cortisol: previene y combate el estrés.
- Conectamos con nuestra intuición, incluso podemos recibir respuestas, de manera intuitiva, a nuestros problemas…
- Se armonizan los hemisferios cerebrales.
- Entramos en una relajación emocional en, la que además, pueden producirse catarsis: liberación de emociones profundas, que al fin se sanan.
- Se liberan los analgésicos naturales del cuerpo, como las endocrinas o las encefalinas.
- La práctica regular de yoga nidra reduce la presión sanguínea en personas hipertensas.
- Nos da un mayor propósito y entendimiento de nuestra vida.
- Mejora los problemas de insomnio.
Contraindicaciones
Pese a todos sus beneficios, el yoga nidra puede no ser la mejor opción si padeces un trastorno mental severo, que te impida distinguir la realidad de lo que no lo es. Si es tu caso, es una buena idea que consultes con tu psiquiatra antes de realizar una sesión de yoga nidra. También está contraindicado en casos de epilepsia.
Practicar el yoga nidra es tan sencillo, y sus beneficios son tan variados, que resulta una herramienta muy útil en cualquier circunstancia, aunque
es especialmente beneficioso si estás pasando por un momento de transición o conflicto, si padeces de hipertensión, fibromialgia, fatiga crónica o insomnio.
Si quieres comprobar por ti mismo todos los beneficios, en mi canal de youtube encontrarás varias sesiones de yoga nidra.
¡Ya sabes! Para, cierra los ojos y respira.
Namasté, yogui.
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